lunes, 4 de marzo de 2013

LIBRO: MODO DE EMPLEO


Un libro ha de ser manejado con firmeza para que no se caiga de nuestras manos y pueda sufrir daños, pero también con cuidado y delicadeza ya que se trata de un objeto sorprendentemente afilado.
Todos hemos pasado por la terrible experiencia de recibir un corte en uno de nuestros dedos por culpa de una hoja de papel, y hemos sufrido lo indecible cuando durante los días siguientes todo rozaba y se frotaba contra la herida, la cual además escocía endiabladamente ante el contacto con el jabón, el vinagre de la ensalada y otros muchos productos de uso diario.

Se dice que el papel se inventó en China, y estoy convencido de que originalmente fue utilizado en el continente asiático como herramienta de tortura durante los interrogatorios de los prisioneros. Me sorprendería que Gengis Khan no hubiera tenido como costumbre la de hacer finos cortes en los nudillos de sus enemigos con un trozo de papel y luego obligarles a pelar una naranja…

Lo más prudente es que imagines que en lugar de un libro estás sujetando un pequeño animal salvaje al que ha sido necesario anestesiar para que pudiera ser examinado por un veterinario, y que si despierta mientras se encuentra entre tus manos es muy probable, y también comprensible, que se sienta desorientado, confuso, asustado e intente comerse tu nariz.

2 comentarios:

  1. Hombre... lo de la naranja me suena... je,je. Estoy de acuerdo en que los libros son peligrosos, pero por otras cosas... ¿es que no has leído "Las mujeres que leen son peligrosas" de la editorial Maeva...? Un saludo desde mi retiro

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  2. Ruuuth! Me acabas de alegrar el lunes! Saludos a la pequeñaja... y a ti también!

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