viernes, 17 de mayo de 2013

LAS RANAS TAMBIÉN SE ENAMORAN


Hace poco me recomendó una amiga la novela romántica Las ranas también se enamoran. Pensaba que iba a ser la típica novela romántica que se me suele hacer un poco pastel, pero nada más lejos de la realidad, es DIVERTIDÍSIMA (sí, con mayúsculas).

Marta Rodríguez es madre soltera de una adolescente, conduce una moto enorme y trabaja en un taller de costura haciendo un poco de todo. Tiene una vida tranquila y feliz, aunque no ha sido muy afortunada en los temas amorosos, por ello es un poco reacia a poner toda la carne en el asador y a comprometerse con nadie. Su amiga Patricia le recomienda que juegue al juego de la rana, que significa que solo se comprometa con la diversión y nada de sentimientos. Vamos, que disfrute de los hombres pero que no de ninguna explicación.

Philip Martínez es un inglés de muy buen ver, prepotente y estirado, dueño de una empresa e hijastro de Lola, la jefa de Marta. Al igual que Marta, no quiere comprometerse con ninguna mujer y mucho menos tener una relación seria. Así que tenemos a los dos protagonistas en la misma situación sentimental.

Marta no puede evitar que Philip le atraiga a pesar de lo serio y estirado que es. Así  que piensa que puede ser un buen candidato para convertirse en la rana del juego. Philip piensa en Marta a cada momento y eso que la considera una maleducada y muy alocada.

Pero a pesar de lo claro que tenían los dos que no querían nada serio, ha pasado lo inevitable, han caído en las zarpas del amor.

Si queréis pasar un rato muy divertido, sin comeros mucho la cabeza con una trama complicada, este es un libro perfecto.

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