El moho puede ser bonito... si no te lo encuentras en tu libro o en tu yogur... |
Los libros y los yogures
tienen una sorprendente cantidad de características comunes:
- Los dos cuentan con una tapa
que hay que levantar para poder disfrutar de su contenido.
- Por su aspecto exterior
y su nombre, te puedes hacer una idea acerca de cuál será su sabor.
- Te ofrecen la posibilidad de conocer muchos detalles acerca de su procedencia y composición antes incluso de abrirlos.
- Ambos pertenecen a una
marca/autor que puede ser garantía de calidad.
- Tanto unos como otros
se colocan formando hileras en las estanterías de los comercios que se dedican
a su venta.
- Aunque cuando ves muchos juntos te pueden parecer todos iguales, una inspección más cercana revelará que en realidad existe una enorme variedad y por lo tanto son aptos para todo
tipo de público y ocasión.
- Algunos libros, o yogures, pueden llegar a ser bastante ácidos mientras que otros resultan muy dulces,
incluso demasiado. Algunos se pueden consumir de un trago mientras que otros contienen elementos que sería recomendable masticar cuidadosamente para no atragantarse.
- Y si no tienes nada
mejor a mano, una cuchara también puede servir como marca-páginas.
Pero una de las
principales diferencias entre estos dos productos es que puedes dejar un libro sobre una mesa durante meses e incluso años sin temor a que, cuando lo abras, salga de su interior una forma de vida desconocida que intente
dominar el mundo.
Vaya comparación nunk lo había pensado. Ahora cada vez q lea un book, pensaré en un yogur hahaha.
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