sábado, 14 de abril de 2012

La palabra heredada

Qué estupendo y reconfortante es leer las memorias de una escritora hablando de una infancia feliz... 


A veces uno se cansa de leer sobre las infancias deprimentes y traumáticas de otros escritores empeñados en compartir más miserias que glorias una y otra vez de una manera casi obscena con el lector. Por supuesto, no lo hacen todos, pero sí los suficientes como para que cuando te encuentras con un libro de memorias como éste, te sorprenda la tranquilidad y alegría que desprenden sus páginas.

En "La palabra heredada" asistimos a los recuerdos del padre sosegado y apegado a la tierra y sus ritmos, de la madre valiente y tenaz, de los abuelos y las visitas familiares, y a la vez somos testigos del nacimiento de una narradora excepcional.

Cito unos párrafos del último capítulo que resumen a la perfección el espíritu del libro:

"Mi memoria es mi tesoro más preciado, tanto en mi vida como en mi obra de escritora. (...) La memoria es algo vivo; la memoria es tránsito. Pero mientras dura su instante, todo lo que se rememora se une y vive: lo viejo y lo nuevo, el pasado y el presente, los vivos y los muertos.

Mi literatura nace de una vida satisfecha, protegida. Una vida así puede ser, también, una vida colmada de retos. Y todo reto serio, ambicioso, surge ante todo de nuestro interior."

Lectura muy recomendable tanto si uno conoce otras obras de la autora como si no... en este último caso, apetece mucho conocer más de ella.

La palabra heredada

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