lunes, 20 de agosto de 2012

Cerdos Egoístas, Una Cuestión Ética...


Andy Riley ha tenido, sin duda, en cuenta a las personas que, como tú y como yo, encuentran las situaciones planteadas en sus libros dedicados a los conejitos suicidas demasiado desconcertantes y perturbadoras como para disfrutarlas plenamente (y es que me siento muy culpable cuando alguna de las salvajemente originales muertes de un pobre conejo para el que la vida ha perdido todo su sentido me hace reír) y ha creado una nueva obra plagada de criaturas a las que quizás también les vendría bien una visita al psicólogo (de animales), y cuyo comportamiento y actitud, en ocasiones, recuerdan al de otros seres bípedos y supuestamente más evolucionados... 


Y como este es otro de esos casos en los que una imagen vale más que miles de mis palabras:






Andy Riley ha tenido, sin duda, en cuenta a las personas que, como tú y como yo, encuentran las situaciones planteadas en sus libros dedicados a los conejitos suicidas demasiado desconcertantes y perturbadoras como para disfrutarlas plenamente (y es que yo me siento muy culpable cuando alguna de las salvajemente originales muertes de un pobre conejo para el que la vida ha perdido todo su sentido me hace reír) y ha creado una nueva obra plagada de criaturas a las que quizás también les vendría bien una visita al psicólogo (de animales), y cuyo comportamiento y actitud, en ocasiones, recuerdan al de otros seres bípedos y supuestamente más evolucionados...

Y como este es otro de esos casos en los que una imagen vale más que miles de mis palabras:

No hay comentarios:

Publicar un comentario