
Distinguir entre los distintos formatos en los que puede presentarse un libro no es tan sencillo como quizás pienses.
En general, un libro en cartoné/tapa dura tendrá un tamaño mayor que uno de bolsillo, pero esta sería una explicación relativa y muy poco precisa. Se podría decir que una novela encuadernada en tapa dura tiene aproximadamente las dimensiones y la consistencia de un ladrillo, aunque dicha comparación afectaría de forma inconsciente y negativa a tu interés por leerla. Y, paradójicamente, ningún libro de “bolsillo” cabrá en ninguno de tus bolsillos, a menos que seas norteamericano y te dediques profesionalmente a jugar al baloncesto.
Esta cuestión se puede resolver científicamente aplicando los principios más básicos de la mecánica ondulatoria: sujeta un libro elegido totalmente al azar entre tus dedos índice y pulgar y sacúdelo como si se tratara de un sobrecito de azúcar que vas a echar en el café o, si eres mujer y vives a principios del siglo pasado, como agitarías un pañuelo al despedirte, quizás para siempre, de tu novio que se aleja en un tren con destino el campo de batalla:
- Si tu libro no reacciona ante esta maniobra, sino que permanece rígido, impasible, distante, inexpresivo e incluso notas como mira hacia otro lado e intenta disimular un bostezo, entonces se trata de un ejemplar de tapa dura.
- En cambio, si su actitud es mucho más flexible y relajada y sus movimientos te recuerdan a los de las olas del mar, o al vientre y las caderas de una bailarina exótica, te hayas ante un caso muy claro de libro de bolsillo y… quizás te vendría bien salir un rato a tomar el aire.
No encontrarás diferencias entre el contenido de dos libros que tengan distinto formato pero el mismo título y autor. Es decir, si no te gustó una novela en su formato de tapa dura, o su final te pareció previsible, forzado o demasiado triste, no esperes que nada de esto cambie si la vuelves a comprar y leer en su edición de bolsillo. Aunque sí harás a tu librero un poco más feliz. Y será precisamente en el momento de pagar cuando descubras otra de las diferencias intrínsecamente fundamentales entre los libros de tapa dura y los de bolsillo. No digo más, porque no me gustaría estropearte la sorpresa…
¡Hola!
ResponderEliminarMe ha encantado el artículo :D Es curioso que a algo que pueda parecer tan sencillo se le pueda dar tal enfoque literario y poético. ¡Eso es amor por los libros!
¡Gracias infinitas! Es muy, muy agradable sentirse apreciado... Y tienes razón, amamos los libros, tanto que queremos encontrar un hogar a todos los que tenemos en nuestras librerías. Un saludo.
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