sábado, 27 de julio de 2013

Cuando el yayo era peque...

Después de su primer álbum llamado "El yayo es... ¡el yayo!", llegó a nuestras librerías hace unos meses la segunda entrega titulada "Cuando el yayo era peque" de Lilli Messina, que nos vuelve a sorprender con unas situaciones tan comunes en las que habitualmente se encuentran en nietos y abuelos.
El otro día cuando leí este libro me recordó mucho a mi abuelo y las diferencias tan grandes entre su infancia y la mía, que me intentaba explicar cuando yo era pequeña y no entendía cómo la vida había podido cambiar tanto.
En Cuando el yayo era peque tenemos al abuelo intentando explicar a su nieto que cuando era pequeño todo era diferente. Son varias situaciones que nos hacer ver cómo era la vida de nuestros padres o abuelos y cómo nos la imaginábamos nosotros, una doble visión de la misma situación que es difícil de entender para aquellos niños que nunca han pisado un pueblo.



P.D: Afortunadamente a mi me ha encantado ir siempre al pueblo (de hecho sigo yendo cada semana), y la vida allí cada vez se va pareciendo más a la de la capital, ya que poca gente ordeña vacas y cabras porque es más fácil ir a la tienda a comprar 1 litro de leche; cada vez la gente pasea más por el asfalto (que antiguamente eran caminos), y para la gente, eso de tener que mantener un huerto con el calor que hace..... ya prefieren darse un baño en la piscina en vez de irse a bañar al río o a las pozas después de pasar calor plantando frutas y hortalizas.





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