miércoles, 10 de julio de 2013

El final de La verdad sobre el caso Harry Quebert


Hace unas semanas comenté los primeros capítulos de esta novela y ahora quiero hablaros de su final. Y, al final, lo que pasa es que el malo es... No, tranquilos. Sois muchos los que estos días os habéis acercado a Oletvm para haceros con un ejemplar de La verdad sobre el caso Harry Quebert y sé que a la mayoría todavía os queda por leer la última y tercera parte, las esclarecedoras últimas 100 páginas. 

Otros, en cambio, sabemos la verdad y coincidimos en recomendar este libro como una novela entretenida, cuya trama en seguida engancha, original en su estructura y en el uso de los tiempos (1975, 1998 y 2008), con personajes bien construidos y coherentes, muy cuidadosa con la presentación de los datos... Tanto que a veces parece que el escritor juega con los lectores. Bueno, no lo parece, es así y en este rasgo radica el interés y la ansiedad por seguir leyendo que nos genera. 

Pero, para mí, lo mejor de esta novela es que no nos presenta solo una trama en torno a un asesinato sin resolver, sino que al mismo tiempo refleja el proceso de escritura de un libro sobre ese asesinato: el miedo al folio en blanco, los problemas con los agentes y jefes de la editorial, las prisas, las reacciones del público... Parece que Marcus Goldman, el protagonista, no es el único que va a convertirse en un escritor de éxito. Todo indica que Joël Dicker seguirá sus pasos y que ha conseguido su objetivo. 

Recientemente se han publicado numerosas entrevistas. Os dejo un fragmento de una de ellas: 

"Quería escribir una novela extensa. Escribir un libro largo que se leyera rápido pero que no dieran ganas de terminarlo."

Y lo enlazo con unas líneas del libro:

"Los libros son como la vida, Marcus. Nunca se terminan del todo". 


No hay comentarios:

Publicar un comentario